Es el tope de gama de Zon, aparte de algunos bajos para usos muy concretos como el Hyper Bass de Michael Manring. Es el que usaba, por ejemplo, el bajista de Héroes del silencio, o el que usa Tony Campos de Soulfly. Monta unas pastillas Bartollini custom humbuckers y el previo, activo de 9V, es propio de Zon. Los potes son Volumen, Blend, Agudos y Graves. En el interior del zócalo, en la misma placa del previo, hay un potenciómetro para los medios. La construcción es impecable. Se trata de un cuerpo central de Composite (similar al grafito), con dos alas de caoba y una tapa de koa. El diapasón es de Phenowood y la cejuela de grafito. El mástil es tan rígido que no necesita siquiera alma. He pasado sin tocarlo meses y no he necesitado afinarlo (montando unas cuerdas viejas que ya no variaban su tensión, claro). No le afectan los cambios de temperatura nunca. El sonido es extremadamente definido, con cuerpo y extraordinariamente estable; no hay diferencias perceptibles en ataque o volumen entre las cuerdas o la posición en la que toques. Incluso en la quinta, que suena como pocas que haya escuchado nunca. Yo lo uso con un punto de realce de medios y, con el selector de pastillas en el centro y la eq plana, suena con un aire a Fender moderno. Tirando un poco de la pastilla de puente, el sonido recuerda a un Music Man incluso en el slap. Si empiezas a subir graves y agudos en seguida se hayan tesituras cercanas a bajos modernos como Ken Smith o Yamaha TRB. Es muy versátil y aseguro que vale para cualquier género con total solvencia. Entregaré el bajo revisado por un luthier y con cuerdas nuevas. El comprador ha de indicarme qué afinación usa para ponerle el calibre de cuerdas aecuado.